Definición de teatro de Eduardo del Estal
Luego de la mención hecha al cuarto teatro de Badiou cayó a nuestras manos el artículo de Jorge Dubatti del número de julio/10 de Artez: «Eduardo del Estal: filosofía y teatro argentino«. La nota sólo es (altamente) recomendable para quienes estén interesados en el cruce entre filosofía y teatro (ya que a los filósofos analíticos les parecerá poco formalizado y los teatristas lo tacharán de intelectualoide, teniendo ambos razón desde sus visiones particulares). Nos interesa rescatar la definición que da Eduardo del Estal sobre el teatro: gira otra vez sobre la autonomía, pero encontrando nuevas palabras y matices, algo que es fundamental para diferenciar churros de merinas.
“El Teatro es el único género artístico que no ha podido ser desmaterializado, es una relación afectante entre cuerpos presentes. La escena es una zona de riesgo, su presente, vertical al tiempo, desenfoca la Ley de la Mirada y genera un contagio afectivo que opera como estímulo sensorial antes de remitir a lo simbólico. Teatralidad y pintura son actos constitutivos del hombre; el Arte es un modo histórico de valorar esas actividades. Lo teatral es una fuerza que precede a la dramaturgia y va sobrevivirla. Un hipotético fin del Arte no interrumpiría la creación de imágenes” (…) “de hecho, el Arte se dirige a los sentidos y no necesita la mediación de un discurso conceptual. Que la significación determine la percepción implica una tachadura del cuerpo. Pero, el teatro actual no presenta una evidencia sensible ni nace de un acuerdo social, es un acontecimiento extraño que instala una pregunta y esa pregunta es respondida por un discurso filosófico”.