Experiencia teatral desde Roma

Experiencia teatral
8 marzo, 2012

Nuestra compañera italiana Silvia Cancedda, que se sumara a la compañía para la obra Azul Ultra, nos escribe desde su Roma natal su última experiencia teatral con «Las Bacantes» de Esquilo.

BACCANTI PERDUTE Es un espectáculo que surgió de un laboratorio que duró tres meses, con una preparación de 250 horas de trabajo. Es una reelaboración del mito griego de “LAS BACANTES” de Esquilo, del que nos queda sólo un pequeño fragmento.  Son 14 actores, constantemente en el escenario, durante hora y media de espectáculo. Hay muchos cambios de escenario y de situaciones. Dirigido por Marco Mattolini, cuenta entre los protagonistas a Alberto Di Stasio, conocido director y actor del teatro tradicional y experimental romano. También a Gloria Pomardi, bailarina y coreógrafa de espectáculos de teatro-danza, Almerica Schiavo, conocida actriz del panorama teatral italiano. Hasta ahora hubo 3 funciones y habrá dos más el 17 y 18 de abril en Roma. Síntesis argumental(en italiano)

Comentario Personal de Silvia

El espectáculo se construyó de una forma que para mí era desconocida, sin trabajo corporal y en cambio trabajando muchísimo, diría excesivamente, el texto. Los protagonistas son actores conocidos del ambiente teatral romano que trabajaron con directores importantísimos como Luca Ronconi, Peter Stein, y otros. El mismo Mattolini dirigió más de 70 espectáculos y con gente conocida aquí en Italia. Con muchas obras y años de trabajo en los hombros, sin embargo no se trabaja casi el cuerpo, centrándose mucho más en la interpretación de la psicología del personaje. No es un tipo de teatro que me gusta y que me gustaría seguir haciendo.
Lo bueno para mí fue actuar con muchísima gente en el escenario, teniendo un papel secundario y pocas líneas de texto. Desde mi parte puse un trabajo personal, para poder aprovechar el escenario y la ocasión de actuar con tanta gente. Todas las acciones de un personaje secundario tienen que ser visibles pero no evidentes, el trabajo es muy sutil, siempre, y se rompe en momentos en los que tienes que soltar tu texto y hacerte evidente, para volver en cuestión de minutos a tu semi-invisibilidad. También un trabajo de este tipo te obliga a mirar mucho por todos, es un trabajo de grupo constante, sobre todo por los que no son protagonistas: una reacción simultanea de 10 personas a una frase tiene un efecto distinto a la de una sola.